M51, más conocida como la Galaxia del Remolino, es especial históricamente ya que fue la primera nebulosa (antes, no se sabía de la diferencia entre galaxias y nebulosas) cuya estructura espiral fue divisada, de ahí su curioso apelativo. M51 está a 23 millones de años luz de distancia en la famosa constelación de la Osa Mayor, cuna de varias de las galaxias más impresionantes que se pueden ver en el cielo nocturno.
Con una magnitud aparente de 8.1 extendida en un área de 11'x8.5' de arco, M51 requiere de cielos verdaderamente oscuros para su observación. Esto, añadido al hecho de que no se eleva más de 35° sobre el horizonte, hacen de M51 un objetivo extremadamente difícil, sino imposible, de cazar desde los cielos contaminados de la ciudad de Lima, incluso con telescopios de gran apertura.
Generalmente, aquí compartiría un dibujo de M51, pero todas las veces que intenté cazar esta galaxia desde la ciudad de Lima fracasaron miserablemente. Entonces, ¿por qué existe esta entrada? La respuesta sonará algo desalentadora desde el punto de vista que se le mire: esta entrada existe porque sí tengo un dibujo de M51, tan solo que no desde cielos urbanos, sino desde los cielos oscuros de un caserío de la provincia de Celendín, en el departamento de Cajamarca, Perú. El siguiente dibujo lo realicé la noche sin Luna del 30 de Junio del 2022, con mi telescopio de 114 mm de apertura a 28.125 y 150 aumentos:
El lector quizás estará un poco confundido. ¿Cómo pudo el observador haber plasmado en una sola hoja de observación la vista del campo ocular con dos aumentos distintos? La respuesta, aunque sencilla, podría no ser placentera para algunos lectores: en el dibujo, primero, con 150 aumentos, anoté las posiciones de las estrellas y de M51, y luego, ya con 28.125 aumentos, procedí a anotar la máxima extensión que ocupaba la superficie grisácea de las galaxia, ya que siempre con menores aumentos se podrá percibir detalles más tenues. Para algunos lectores esto sonará a trampa, pero al menos para mí, esta es sólo otra forma de hacer las cosas.
De vuelta a M51, con 150 aumentos se observan a primera vista 2 núcleos galácticos bastante puntuales. ¿Por qué 2? Porque M51 es, en realidad, un sistema de dos galaxias (la espiral NGC 5194 y la enana NGC 5195) interactuando gravitacionalmente. El campo estelar en el que están sumergidas ambas galaxias es bastante pobre, observándose únicamente las 5 estrellas que se muestran en el dibujo. Al observar M51 con la vista desviada, logro dilucidar halos muy tenues y delgados alrededor de ambos núcleos galácticos, pero se me es imposible observar más detalles.
Es en ese entonces cuando procedo a disminuir los aumentos para poder determinar si existía una superficie todavía más tenue alrededor de ambos núcleos galácticos. Y en efecto, no me equivocaba. Con la vista desviada, logro observar las superficies grisáceas, homogéneas y extremadamente tenues que rodean a ambos núcleos. En el núcleo superior (con respecto al dibujo), noto que la mancha gris que lo rodea no se extiende demasiado, mientras que en el núcleo inferior la superficie se extiende alrededor de cuatro veces más que en el núcleo superior. Las manchas que rodean a ambos núcleos no están aisladas, sino que se mezclan en la línea que conecta ambos núcleos, dando a M51 la apariencia final de un foco invertido. Eso sí, de los brazos espirales, ni rastro, lo cual no es de sorprender considerando que se requirió un telescopio de 1800 mm de apertura en 1845 para descubrirlos.
Como ya se imaginará el lector, observar tal nivel de detalle en M51, una galaxia que ni siquiera me había pasado por la cabeza observarla algún día, produjo en mí una sensación de felicidad indescriptible. Y es que todo astrónomo aficionado que se respete sabe cómo lucen ambas galaxias a través del Telescopio Espacial Hubble:
La fotografía no sólo es fascinante y hermosa, sino que nos muestra por qué los brazos espirales galácticos fueron descubiertos por primera vez en M51: M51 mira de frente casi perfectamente hacia la Tierra, algo que muy pocas galaxias "cercanas" a la Tierra cumplen. Sin irnos muy lejos, la Gran Galaxia de Andrómeda, la galaxia masiva más cercana a nosotros (a sólo 2.5 millones de años luz), está inclinada con respecto a la Tierra unos 77° (estando M51 casi 0°), por lo que esta galaxia se muestra ante nosotros bastante inclinada. Si la galaxia de Andrómeda mirara de frente hacia la Tierra, tal como M51, la vista que se tendría a simple vista desde cielos oscuros sería espectacular. Pero bueno, al contrario de lo que dicen por ahí, el Universo no tiene por qué favorecernos...
Con una magnitud aparente de 8.1 extendida en un área de 11'x8.5' de arco, M51 requiere de cielos verdaderamente oscuros para su observación. Esto, añadido al hecho de que no se eleva más de 35° sobre el horizonte, hacen de M51 un objetivo extremadamente difícil, sino imposible, de cazar desde los cielos contaminados de la ciudad de Lima, incluso con telescopios de gran apertura.
Generalmente, aquí compartiría un dibujo de M51, pero todas las veces que intenté cazar esta galaxia desde la ciudad de Lima fracasaron miserablemente. Entonces, ¿por qué existe esta entrada? La respuesta sonará algo desalentadora desde el punto de vista que se le mire: esta entrada existe porque sí tengo un dibujo de M51, tan solo que no desde cielos urbanos, sino desde los cielos oscuros de un caserío de la provincia de Celendín, en el departamento de Cajamarca, Perú. El siguiente dibujo lo realicé la noche sin Luna del 30 de Junio del 2022, con mi telescopio de 114 mm de apertura a 28.125 y 150 aumentos:
De vuelta a M51, con 150 aumentos se observan a primera vista 2 núcleos galácticos bastante puntuales. ¿Por qué 2? Porque M51 es, en realidad, un sistema de dos galaxias (la espiral NGC 5194 y la enana NGC 5195) interactuando gravitacionalmente. El campo estelar en el que están sumergidas ambas galaxias es bastante pobre, observándose únicamente las 5 estrellas que se muestran en el dibujo. Al observar M51 con la vista desviada, logro dilucidar halos muy tenues y delgados alrededor de ambos núcleos galácticos, pero se me es imposible observar más detalles.
Es en ese entonces cuando procedo a disminuir los aumentos para poder determinar si existía una superficie todavía más tenue alrededor de ambos núcleos galácticos. Y en efecto, no me equivocaba. Con la vista desviada, logro observar las superficies grisáceas, homogéneas y extremadamente tenues que rodean a ambos núcleos. En el núcleo superior (con respecto al dibujo), noto que la mancha gris que lo rodea no se extiende demasiado, mientras que en el núcleo inferior la superficie se extiende alrededor de cuatro veces más que en el núcleo superior. Las manchas que rodean a ambos núcleos no están aisladas, sino que se mezclan en la línea que conecta ambos núcleos, dando a M51 la apariencia final de un foco invertido. Eso sí, de los brazos espirales, ni rastro, lo cual no es de sorprender considerando que se requirió un telescopio de 1800 mm de apertura en 1845 para descubrirlos.
Como ya se imaginará el lector, observar tal nivel de detalle en M51, una galaxia que ni siquiera me había pasado por la cabeza observarla algún día, produjo en mí una sensación de felicidad indescriptible. Y es que todo astrónomo aficionado que se respete sabe cómo lucen ambas galaxias a través del Telescopio Espacial Hubble:
Créditos: HST, NASA y ESA.
La fotografía no sólo es fascinante y hermosa, sino que nos muestra por qué los brazos espirales galácticos fueron descubiertos por primera vez en M51: M51 mira de frente casi perfectamente hacia la Tierra, algo que muy pocas galaxias "cercanas" a la Tierra cumplen. Sin irnos muy lejos, la Gran Galaxia de Andrómeda, la galaxia masiva más cercana a nosotros (a sólo 2.5 millones de años luz), está inclinada con respecto a la Tierra unos 77° (estando M51 casi 0°), por lo que esta galaxia se muestra ante nosotros bastante inclinada. Si la galaxia de Andrómeda mirara de frente hacia la Tierra, tal como M51, la vista que se tendría a simple vista desde cielos oscuros sería espectacular. Pero bueno, al contrario de lo que dicen por ahí, el Universo no tiene por qué favorecernos...