Con un diámetro de 150 años luz, NGC 5139 es el dios de los cúmulos globulares no sólo de todo el firmamento, sino de toda la Vía Láctea. Con una magnitud aparente de 3.9 distribuida en un área circular del cielo con diámetro angular de 36.3', Omega Centauri es visible a simple vista desde cielos oscuros como una manchita blanquecina borrosa cuyo aspecto se asemeja bastante al de observar cúmulos globulares de brillo intermedio del catálogo Messier a través del telescopio.
Al estar ubicado al sur de la constelación sureña del Centauro a una distancia de 16000 años luz, Omega Centauri es imposible de ver desde buena parte del hemisferio norte, por lo que podría decir que quienes vivimos en el hemisferio sur tenemos la fortuna de poder tener las mejores vistas de este espectacular cúmulo globular.
Cuando mis padres me regalaron mi primer telescopio en el año 2010, la Gran Nebulosa de Orión M42, el Cúmulo Estelar de las Pléyades M45, la Gran Galaxia de Andrómeda M32 y Omega Centauri fueron mis primeros objetivos por cada tipo de objeto de cielo profundo, pero sólo tuve éxito en los dos primeros debido a la intensa contaminación lumínica de la ciudad de Lima, mi lugar de observación habitual. Ya con mi telescopio de 114 mm de apertura (el cual adquirí en el año 2014) la situación cambió; los detalles de mi cacería de la Gran Galaxia de Andrómeda los podrá encontrar el lector en su entrada correspondiente, aquí me enfocaré únicamente en Omega Centauri.
Desde la ciudad de Lima, con 28.125 aumentos y con la vista desviada, Omega Centauri se ve como una prominente mancha blanquecina muy difusa con un tamaño visual del 2/3 del tamaño promedio de la Luna llena. Con 225 aumentos, con la vista desviada se pueden resolver sus estrellas individuales más brillantes de su región central, aunque las pocas estrellas que se logran resolver son tan débiles que es imposible decir cuántas estrellas se ven y en dónde se ubican en el campo ocular.
Como habrá notado el lector, Omega Centauri es un objetivo asequible para telescopios de apertura media desde la ciudad de Lima, pero lamentablemente, no tengo dibujo de mis observaciones, ya que por motivos de fuerza mayor la observación de Omega Centauri desde mi lugar habitual de observación es extremadamente dificultosa, a tal punto que se me es imposible observar a Omega Centauri durante un tiempo prolongado sin terminar con lesiones musculares en la espalda. Sin embargo, igual escribo éste y el anterior párrafo para dejar constancia a todo lector y/o astrónomo aficionado que lea la presente entrada que sí es posible observar este grandioso cúmulo globular desde los cielos resplandecientes y rojizos de la ciudad de Lima.
El hecho de que Omega Centauri sea visible desde cielos urbanos con telescopios de apertura moderada habla mucho de lo verdaderamente luminoso que es, por lo que es entendible que a uno le invadan las ganas de observar a Omega Centauri desde un cielo oscuro. Afortunadamente, pude realizar tal tarea la noche sin Luna del 30 de Junio del 2022, desde los cielos oscuros de un caserío de la provincia de Celendín, departamento de Cajamarca, Perú. No hay palabras que pueda usar para describir lo espectacular que es observar a NGC 5139 desde cielos oscuros, mucho menos describir lo emocionado y contento que estaba de la vista que tenía del cúmulo globular en el campo ocular:
Con 150 aumentos y con la vista desviada, Omega Centauri se descomponía en una enorme cantidad de estrellas débiles con algunas estrellas más brillantes dispersas uniformemente en su interior. Tal como se aprecia en el dibujo, en el centro de NGC 5139 las estrellas estaban tan apretadas que ya no se podía resolverlas individualmente, sino que daban la impresión de solaparse entre sí como mirar granos de arroz apilados uno sobre el otro. La densidad del número de estrellas en su región central era más o menos constante, pero disminuía considerablemente a partir de un cierto radio crítico de unos 15' de arco de longitud. En total, con todo y sus estrellas más exteriores, Omega Centauri ocupaba casi todo el campo ocular. También era evidente que NGC 5139 estaba achatado en uno de sus ejes. En cuanto al campo estelar, sólo 4 estrellas moderadamente brillantes acompañaban a NGC 5139 en su recorrido por el cielo nocturno. En realidad, había más estrellas en el campo ocular que las que se muestran en el dibujo, pero por motivos de tiempo sólo dibujé a las más brillantes.
Ahora bien, ¿son las características reportadas de Omega Centauri fidedignas a la realidad? Una fotografía de un observatorio astronómico profesional nos indica que sí: