Urano es el penúltimo planeta del Sistema Solar en distancia al Sol, y fue el primero en ser descubierto por medios telescópicos, por el astrónomo alemán William Herschel el 13 de Marzo de 1781.
Con un telescopio de apertura media (114 mm en mi caso) a 225 aumentos (máximos aumentos que me permite mi telescopio), Urano presenta un aspecto similar al mostrado en la siguiente fotografía, tomada el 26 de Diciembre del 2019 desde la ciudad de Lima:
Notará el ávido lector que, a diferencia de las fotografías de Marte, Júpiter y Saturno, en Urano ya no es posible distinguir ningún detalle en su disco, el cual nunca excede los 4.2" de arco de diámetro debido a la enorme distancia que nos separa del cuerpo celeste en mención y de su menor tamaño respecto a los gigantes gaseosos Júpiter y Saturno. Asimismo, si bien en la fotografía el color de Urano es perfectamente distinguible, visualmente la superficie del planeta es mucho más pálida, casi grisácea, con un marcado oscurecimiento en sus bordes. En cuanto a sus satélites naturales, ninguno de ellos se puede observar con un telescopio de apertura media, ni siquiera desde cielos oscuros.
Lo que mejora sustancialmente la vista de Urano a través del telescopio es el hecho de saber que se está observando un mundo que una vez fue desconocido para toda la humanidad, que dista de nosotros más de 2650 millones de kilómetros. Sólo con esto en mente, el astrónomo aficionado podrá disfrutar de la vista de este pálido disco turquesa a través del telescopio.