Venus es el segundo planeta más cercano al Sol y también el que más se acerca a la Tierra, a tal punto que el tamaño aparente de Venus puede llegar a ser el más grande de todos los planetas del Sistema Solar, bordeando los 1' de arco de diámetro. Irónicamente, a través de telescopios de apertura media, Venus no tiene más que ofrecer que el diminuto Mercurio, ya que la superficie rocosa del planeta está cubierta por una densa capa de nubes todo el tiempo, por lo que lo único distinguible en Venus a través del telescopio son sus fases.
Eso sí, la evolución de las faces de Venus es mucho más evidente que la de Mercurio ya que el planeta es visualmente mucho más grande. Incluso cuando Venus se ubica en el lado opuesto del Sol con respecto a la Tierra, su disco se puede observar con relativa facilidad con los 225 aumentos que me proporciona mi telescopio de 114 mm de apertura, tal como lo muestra la siguiente fotografía:
Conforme Venus se va acercando a la Tierra, su cambio de fase se vuelve evidente al cabo de sólo unas semanas de observación. La siguiente fotografía de Venus es una de las mejores que tomé del planeta, a tal punto que supera lo que el ojo humano puede ver con los máximos 225 aumentos que me proporciona mi telescopio. Esto sólo es posible gracias a la tecnología con la que vienen equipadas las modernas cámaras web y a los softwares de distribución gratuita que hacen posible el procesamiento de imágenes en una computadora personal.
Nótese lo enorme que se ve el disco de Venus en la última fotografía, y sin embargo, no se llega a dilucidar ningún detalle en la atmósfera venusiana. Para observar detalles en la atmósfera de Venus, son necesarios filtros ultravioleta específicos para este propósito.
Ya próximo a la Tierra, con 225 aumentos el disco de Venus adquiere dimensiones considerables, pero también un porcentaje menor de su superficie es iluminada por el Sol, debido al exiguo ángulo entre Venus y el Sol con respecto a la Tierra.
La vista de Venus a través de un telescopio sería similar a la que se muestra en las fotografías líneas más arriba sino fuera por un detalle: Venus es el objeto del cielo nocturno más luminoso después de la Luna, con la diferencia de que su disco es tan pequeño a comparación con el de la Luna, que a través del telescopio la superficie de Venus brilla tanto que enceguece parcialmente al astrónomo aficionado, lo cual impide observarlo con claridad. Este problema puede ser resuelto usando los filtros neutros de atenuación lunar que suelen venir incluidos en la compra de la mayoría de telescopios.