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M16 - La Nebulosa del Águila

Después de mi fantástico encuentro con la M104 - La Galaxia del Sombrero desde los cielos oscuros de Teresa Conga (Celendín, Cajamarca, Perú), decidí dibujar de una buena vez un objeto de cielo profundo que me había sido esquivo desde hace varios años: M16 - La Nebulosa del Águila.

Había tratado de cazar esta famosa nebulosa de emisión en varias oportunidades. La primera fue en el año 2020 desde la ciudad de Lima, Perú. Podrá sonar esto bastante ingenuo, pero hay que recordar que durante los primeros meses de la cuarentena por el Covid-19 los cielos de esta caótica ciudad estaban mucho más oscuros de lo normal, tal como lo he demostrado en mi recopilación de observaciones hechas desde la Ciudad de los Reyes llamada Cielos de Pandemia. En aquella ocasión, por más que traté de encontrarla con la vista desviada y mi filtro de contaminación lumínica UHC, no pude dilucidar ni un rastro de nebulosidad. Esto fue algo decepcionante para mí, pues ya había observado exitosamente sus nebulosas vecinas: M8 - La Nebulosa de la LagunaM17 - La Nebulosa del Cisne y M20 - La Nebulosa Trífida. Lo único que noté en la región del cielo donde debía ubicarse M16 fue la existencia de un rico cúmulo estelar abierto. No teniendo más alternativa, decidí entonces dibujar al menos este cúmulo abierto, pero lamentablemente las nubes me ganaron, por lo que al final me quedé sin dibujo en lo absoluto de M16. 

En el año 2022, desde los cielos oscuros de Teresa Conga, tuve una nueva oportunidad de cazar esta nebulosa, también con la ayuda del filtro. Lamentablemente, en aquel año sólo tenía 5 noches (al final terminaron siendo 3 debido a malas condiciones meteorológicas) para observar una enorme variedad de objetos de cielo profundo, por lo que decidí observar las nebulosas de la Vía Láctea sólo de paso; es decir, sin dibujos. Pude hacer esto exitosamente con M8, M17 y M20, pero por alguna razón, M16 todavía me seguía siendo esquiva. No entendía muy bien en qué estaba fallando ¿Cómo podrían haber visto astrónomos de hace siglos con las limitaciones de sus respectivas épocas una nebulosa donde yo sólo veía un montón de estrellas?. La respuesta a esta pregunta la encontré finalmente el 27 de Junio del 2024, cuando mirando atentamente, me di cuenta que por fin, con 28.125 aumentos, la vista desviada y el filtro UHC, en la región donde debía estar M16 comenzaba a vislumbrarse un tenue y difuso manto gris que cubría suavemente el rico cúmulo estelar en su interior. 


El dibujo no es para nada preciso. Sólo he dibujado las estrellas más brillantes y cercanas a M16 ya que esta región del cielo está pobladísima de estrellas, y me habría demorado alrededor de 3 horas dibujarlas a todas. Igualmente, en el dibujo sólo se muestran las estrellas más brillantes del cúmulo estelar abierto ubicado en el interior de M16. En realidad, toda la región inferior de la nebulosa estaba lleno de estrellas, y aquí radica el por qué no podía cazarla anteriormente.

Resulta que la nebulosa no se extiende mucho más allá de las estrellas responsables de su emisión lumínica, por lo que la nebulosa se confunde fácilmente con el fulgor que producen de estas estrellas cuando se las observa a través del telescopio. No es sino hasta que se la observa durante un tiempo prolongado que se hace evidente que ese tal fulgor se extiende más de lo debido, que uno cae en cuenta que lo que está observando es la nebulosa. 

La sección más brillante de la nebulosa es la que, por supuesto, se dilucida primero. Tal como yo la observé, tiene forma de una V invertida con una cola horizontal en el extremo izquierdo. En el extremo derecho, una estrella pareciera marcar el final de esta sección de la V invertida. Ahora que ya ha sido identificada, puedo decir que la nebulosa es muy difusa, pero no tan tenue como creía en un inicio. Eso sí, yo diría que es la menos brillante del grupo de nebulosas clásicas de esta región del cielo. 

Después de estar buen tiempo dibujando a M16, pude identificar una prolongación extremadamente difusa y tenue de la nebulosa en su parte superior, por lo que procedí a añadirla en el dibujo. 

El lector se preguntará tal vez por qué se la conoce como la Nebulosa del Águila si no se observa nada como eso en el dibujo. La respuesta es que el águila sólo puede observarse con ciertos instrumentos bajos ciertas condiciones del cielo. Por ejemplo, en el blog de dibujo astronómico La Orilla del Cosmos, M16 sí se muestra como un águila volando a través del espacio interestelar, pero si el lector revisa dibujos hechos con otros instrumentos, ya sea de menor o mayor apertura, entonces la silueta del águila se hace menos reconocible.

Con equipos profesionales, la Nebulosa del Águila, ubicada a unos 7000 años luz en la constelación de Serpens, es todo un espectáculo visual:

Fotografía de M16 tomada por el Observatorio La Silla. Créditos: ESO.

Nótese que la región oscura que forma la V invertida mostrada en el dibujo es resultado de una porción de material interestelar opaco que bloquea muy eficientemente el paso de la luz proveniente de la porción de la nebulosa ubicada más atrás con respecto a nosotros. A partir de esto, se deduce que el dibujo, con respecto a la fotografía, está al revés. Esto también permite deducir que la región más oscura de la nebulosa mostrada en el dibujo sí se correspondía con la realidad, pues su extensión y dirección hacia afuera son aproximadamente los mismos que los de la fotografía. 

El lector curioso notará que en la fotografía de la nebulosa destaca una figura similar a la de Superman recorriendo el cielo con sus brazos hacia adelante. Esta estructura es todo un ícono de la astronomía, ya que el 1 de Abril de 1995 el Telescopio Espacial Hubble tomó una fotografía con un detalle y belleza tales que la imagen se volvió icónica no sólo dentro de la comunidad astronómica, sino también en la cultura popular.

Fotografía de M16 tomada por el Telescopio Espacial Hubble. Créditos: NASA y ESO.

Antes del Telescopio Espacial Hubble, nunca se había visto una nebulosa como esta con tal nivel de detalle. La resolución es tal, que en los brazos se pueden dilucidar formaciones muy pequeñas similares a gotas de agua. ¡Estas formaciones serán, dentro de cientos de millones de años, sistemas solares como el nuestro!. Por esta razón, los brazos que se muestran en la última fotografía recibieron el nombre de Pilares de la Creación. Esta demás decir que los pilares son tan tenues que son totalmente inalcanzables para mi equipo astronómico, a menos que realice una toma de larga exposición, pero eso en la práctica es extremadamente difícil.

M16 es otro ejemplo fantástico de todo lo que esconden esas manchitas que observamos a través del telescopio. A simple vista es sólo una simple mancha. Con ciencia, es una formadora de sistemas solares, y quizás, también de planetas que podrían albergar vida como el nuestro. ¿Acaso no es maravilloso el Universo en que vivimos y el asombroso ingenio y dedicación que ha tenido la humanidad para estudiarlo y contemplarlo?

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